El Eurogrupo y el FMI han alcanzado un acuerdo tras diez horas de negociación para rescatar a Chipre con 10.000 millones de euros, según un comunicado oficial.
Los ministros de Economía de la Eurozona y la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, han aceptado finalmente el rescate a cambio de una novedad: castigo a los depositarios bancarios.
Se crea nuevo impuesto extraordinario de hasta el 9,9% sobre los depositantes con más de 100.000 euros en Chipre "tanto a los residentes como a los no residentes".
El Gobierno chipriota ha anunciado que someterá inmediatamente al
Parlamento este fin de semana una ley que impida retirar el dinero en lo
que constituye lo que se bautizó en Argentina como 'corralito' y que no tiene precedentes en la Eurozona.
El ministro de Hacienda alemán, Wolfgang Schäuble,
consideraba imprescindible esta medida de castigo para poder someter el
rescate de la isla, cuya banca concentra dinero ruso, al Parlamento de
Alemania.
El comunicado insta además a Rusia a contribuir con un préstamo a Chipre.
El plan también contempla forzar a Chipre a subir su impuesto de
sociedades desde el irrelevante actual hasta el 12,5% entre otras
medidas.
El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha
justificado la medida sin precedentes de castigar a los depositantes,
una medida no deseada por países vulnerables como España, por "la
situación muy específica" de Chipre. Se estima que el nuevo impuesto
supondrá una aportación de 5.800 millones de euros.
Este impuesto, que es en realidad una pérdida impuesta al dinero ahorrado, será del 6,75% para los ahorros de menos de 100.000 euros y del 9,9% para los de más esta cantidad.
La medida es "excepcional", según defendió el presidente del Eurogrupo, Jeroem Dijsselbloem,
y la justifican por el elevado tamaño que tiene el sector financiero
sobre la economía del país (aproximadamente cinco veces el PIB). En la
banca chipriota hay aproximadamente 68.000 millones de euros ahorrados,
de los que unos 21.000 millones (el 30%) son de extranjeros, en su
mayoría griegos y rusos.
Fuga de capitales
El impuesto acordado con las autoridades chipriotas se aplicará sobre
el principal, no sobre los intereses, de tal modo que un ahorrador
chipriota con 101.000 euros en el banco perderá de forma inmediata 10.000 euros.
Se trata por tanto de una medida nunca antes adoptada en la Eurozona y
supone atravesar la línea roja que el propio Eurogrupo dijo que no se
cruzaría cuando el año pasado impuso una quita a los inversores de deuda
griega. Con el agravante de que esta vez la quita se impone a los
ahorradores.
Esta medida genera un riesgo de fuga de depósitos
cuando abran las entidades financieras el martes (el lunes es fiesta en
Chipre y Grecia). ¿Por qué un depositante iba a mantener su dinero en el
banco si de la noche a la mañana le van a quitar parte de su dinero? En
el Eurogrupo reconocen que este riesgo existe y que "corresponde al
Banco Central de Chipre controlar los flujos de depósitos".
En realidad la forma acordada de controlar estos depósitos y evitar una salida en masa de fondos es imponer un 'corralito'
hasta que se aplique la tasa. El Gobierno deberá tramitar la ley este
fin de semana para que entre en vigor antes de que abran los bancos el
martes por la mañana.
Pero el miembro del Consejo Ejecutivo del BCE, Joerg Asmussen,
ha reconocido que las cantidades afectadas por este impuesto serán
retenidas y no podrán sacarse del banco en caso de que el martes no
estuviera en vigor la nueva norma.
Medida única en Europa
Se trata de una decisión sin precedentes en la zona euro
que puede tener consecuencias peligrosas en otros estados miembros
donde persisten las dudas sobre la situación del sector financiero.
Tanto Asmussen como Dijsselbloem señalaron anoche que "los depositantes
de otros países no tienen que estar preocupados", aunque es difícil
predecir cuál va a ser la reacción de los mercados y de los ahorradores.
El ministro de Finanzas chipriota, Michael Sarris,
ha asegurado que se compensará a los depositantes con la entrega de
acciones de la entidad por el mismo valor de la quita que reciben, pero
puede ser un caramelo poco atractivo para los clientes.
Chistine Lagarde también reconoció que "el reparto justo de la carga"
a la hora de costear el rescate del país ha sido un requisito impuesto
por el FMI para participar en el rescate, si bien aún no está decidida
la cantidad que aportará. También se espera que Rusia contribuya de
forma bilateral al rescate ampliando el crédito de 2.500 millones de euros que ya concedió a Chipre en 2011.
El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de los asuntos económicos, Olli Rehn,
también justificó la necesidad de imponer pérdidas a los ahorradores de
los bancos chipriotas porque, debido al gran tamaño de su sector
financiero, "no habría fondos suficientes para garantizar los depósitos
en caso de una quiebra de los bancos del país". Paradójicamente éste fue
uno de los argumentos utilizados en Islandia para defender un impuesto
similar y la Comisión mostró públicamente su oposición.