Evidentemente
los avances contribuyen positivamente en las nuevas generaciones,
cuentan con más información y opciones de las que nosotros
podríamos soñar, tienen cientos de oportunidades en todos los
ámbitos, en nuestro país por ejemplo se han dado los primeros pasos
para edificar universidades y facultades en el interior del país,
algunas ya en pleno funcionamiento, permitiendo así el acercamiento
de las instituciones a todos por igual, el aprendizaje a distancia
con la nueva tecnología, el acceso a la educación privada por
intermedio de becas, el régimen de pasantes en empresas públicas y
privadas, todas las actividades complementarias en escuelas y
colegios: idiomas ,deportes ,intercambios ,etc.
Se
diría que rebozan de oportunidades, sin embargo los índices marcan
lo contrario, lamentablemente la motivación parece ser la causante,
ésta, brilla por su ausencia, la maquinaria está en marcha pero son
pocos los que se mantienen firmes en sus ideales.
En
nuestros tiempos la educación era un faro que hacía su llamado y al
que mayormente todos acudíamos, por supuesto los había remolones,
de todas formas el concepto de enseñanza era positivo y atractivo
para la mayoría y perduraba en todos nosotros aún avanzado el
bachillerato, algo que hoy día a cambiado a pasos siniestros, el
porcentaje de deserción antes del tercer año es altísimo.
Ese
deseo de conocimiento y el tránsito natural del aprendizaje debe ser
cimentado desde la más tierna infancia, aventurémonos a pensar que
Aristóteles tenía razón en aquello de que “el hombre es una
tabla rasa”, concepto hábilmente popularizado por Locke, volquemos
entonces luz y sabiduría en ella, hagámosla provechosa para
beneficio de todos.
En
los padres y docentes está fijar en el niño la ambición del
conocimiento, hoy poseemos una variedad infinita de medios para
hacerlo posible, aunque los viejos métodos parecen ser los mejores,
Francis Bacon decía que “la lectura produce personas completas, la
conversación, personas dispuestas, y la escritura, personas
precisas”.
Algunos
sostienen que niños y jóvenes hoy día leen y escriben mas, el
acceso a internet permite esto, mensajes de texto, chat, páginas
web, muros de facebook facilitan el desarrollo, se afirma que la
lectoescritura es una herramienta de uso frecuente que prepara,
entrena y posibilita fácilmente a usos más complejos.
Sus
detractores en cambio opinan que estos escenarios privilegian la
imagen y la baja calidad de los contenidos.
En
su libro Michêle Petit habla de los beneficios de la lectura, el
título de este es: “El Arte de la Lectura en tiempos difíciles”,
en el comenta que en cada lector hay una búsqueda, un secreto,
nuevas emociones, el encuentro con textos que nos sorprenden, las
necesidades y los gustos van cambiando a lo largo de la vida pero
para tener esa actitud debemos haber tenido un primer contacto
revelador y una interacción interesante con el mediador.
La
madre que cuenta una historia o canta una canción introduce al niño
en algo externo, lo ayuda a desarrollar la imaginación y le genera
la posibilidad de un pensamiento independiente.
Es
así que permite tender puentes a la objetividad y subjetividad.
Ese
niño es una fuente incontaminada de energía renovable, es el caudal
de progreso de todas las sociedades, el individuo como tal no debe,
no puede perder esta oportunidad, y a eso entiendo yo se refería
Varela. Por ese derecho luchó y trato de quitarle el velo a aquellos
que se encontraban, en ocasiones, en la más completa ignorancia,
privados de la oportunidad de beber un poco para luego sentir la sed
del conocimiento, la curiosidad innata por el saber. Nuestro deber es
generar conciencias sobre el estímulo y la motivación del niño,
dejando de lado la violencia como medio para el aprendizaje y la
religión y sus fundamentos como soporte indiscutido, y obtener así,
el derecho de todos a una educación libre y digna.
Hoy
en día lo tenemos todo para una mejor absorción de ese
conocimiento, vivimos en una época en que los cambios operan día a
día, se habla por ejemplo de inteligencia emocional, Daniel Coleman
vaticina en su libro “Punto Ciego”, escrito en 1997, que en
décadas venideras “las sociedades modernas y desarrolladas
ampliarán las competencias de los colegios para que incorporen la
educación emocional”.
“Habrá
un día en el que todos los niños y niñas aprenderán en la
escuela, junto con los tradicionales rudimentos académicos, estas
artes pragmáticas para vivir mejor. En los programas escolares la
empatía se valorará tanto como el álgebra”.
Richard
Dawkins en su obra “Escalando el monte improbable”, de 1998,
sostiene que “a lo largo del siglo XXI el viejo problema filosófico
de la relación mente-cuerpo será resuelto, y no por filósofos,
sino por científicos”.
Daniel
Dennett en su ensayo: La peligrosidad de Darwin: evolución y sentido
de la vida, de 1995, dice que “el campo de la salud pública será
ampliado para incluir en él la salud cultural, este será el reto
mayor de este siglo”.
Todos
ellos y muchos más creen en el crecimiento y fortalecimiento del
conocimiento humano con el aporte de nuevos métodos y herramientas,
se habla de ciencia noética que investiga la naturaleza y el
potencial de la conciencia por intermedio de los sentimientos, la
razón, la intuición y los sentidos y el relacionamiento de estos
con el mundo físico.
Diariamente
nos enteramos de avances tecnológicos que nos dejan boquiabiertos,
como podrían ser los implantes de amplificadores en el cuerpo que
hacen que nuestra visión sea más precisa y nuestra audición más
aguda, celulares que responden a nuestros movimientos faciales y
correcciones de genes incorrectos en pacientes vivos introduciendo
moléculas de ADN con células somáticas, y la lista sigue, ¿pero
cuáles son las verdaderas claves del éxito? , ¿Cuántas lumbreras
tuvieron que recorrer el tortuoso camino para que hoy nos cubriera
una montaña de información y progreso al alcance de la mano? Las
mentes más iluminadas nos abrieron el camino, hoy algunos de
nosotros nos cuestionamos donde está el límite, hasta donde piensa
llegar el ser humano en su deseo de progreso y si todo lo que
ambicionamos es moralmente correcto.
Varela
continúa vigente hasta nuestros días porque abrió una brecha, la
cual en cierta forma, nos unió y equiparó al resto del mundo, tuvo
la visión de un Uruguay mejor, más preparado y a tono con los
tiempos que corrían. En esos momentos no se hablaba de globalización
pero quién se atrevería a decir que el no dio algunos pasos a su
favor, permitió que aquellos uruguayos de antaño tuvieran un
conocimiento más amplio de su entorno cultivando así la imaginación
y la voluntad de desarrollo en cada uno de ellos.
En
resumen la educación como tal, prácticamente no existía, la
colonización española no presto mayormente atención a los asuntos
educacionales, algo que no podría ser de otra forma siendo la
mayoría de los colonos que llegaban a nuestras costas analfabetos;
las luchas constantes en la región tampoco permitieron cimentar la
semilla del saber, solo conquistando la independencia se lograría el
clima propicio para fomentar dicha educación, existieron variados
intentos de parte de Dámaso Larrañaga y la Sociedad Lancasteriana
dignos de elogio .
En
1855 un informe de José S. Palomeque desprende resultados
lamentables sobre el estado de la educación, contábamos con 31
escuelas en Montevideo y 48 en el interior, prácticamente no había
útiles ni personal, pese a la situación, se respiraba la inquietud
de contar con un sistema educacional diferente. Es sabido que el
problema en si no radicaba en las autoridades, las que, mayormente,
nunca se negaron a la instrucción en masa, los problemas eran otros,
carencia de paz y prosperidad para asentarse en bases sólidas.
Varela
con tesón logro colocar la piedra angular de esta compleja empresa
respaldada por la Ley de Educación Común de 1877, propagandista
incansable de los beneficios que aportaría la educación a la
sociedad movió los engranajes de un mecanismo que hasta hoy, nos
asombra y nos hace sentir orgullosos de nuestro sistema educativo con
todos los altibajos que este pueda tener, de esta forma dejo una
escalera tendida para todos aquellos que quisieran escalarla.
Nos
dio las armas para resistir inteligentemente a los embates de los
movimientos sociales, ponerle freno con conocimiento de causa al
despotismo político y lograr el alcance de la libertad ilustrada, no
pasional e irrisoria.
Fue
pionero en cuanto a sus opiniones sobre la mujer y le tendió una
mano para incrementar sus derechos y así equipararse a los hombres,
algo impensable para la época pero totalmente lógico en la
actualidad, donde buena parte de los países democráticos se
plantean la participación igualitaria de las mujeres en el proceso
político lo que modificará de raíz el carácter mismo de la
política configurando así un paso al equilibrio.
Las
normas morales del aseo, comportamiento y vestimenta tan comunes hoy
en día, no eran comunes en aquel entonces y hubo que incorporarlas a
la normativa. Todos estos avances y muchos más los dirigió
especialmente a los jóvenes, de quien todo esperaba por ser
vigorosos, entusiastas, liberales, emprendedores y a quienes
reconocía como embajadores de las más grandes empresas.
Varela
dijo que “educar a los hombres de hoy es formar a los hombres del
mañana”. He aquí nos encontramos, nosotros “hombres del mañana”
luchando por reconocer el camino del conocimiento para el bien y por
el bien mismo, con honestidad, algunos midiendo las connotaciones que
podría tener dicho conocimiento en manos equivocadas, o por lo menos
tratando de evitar el mal uso de los recursos.
Quiero
suponer que si Einstein hubiera tenido plena conciencia de antemano
de la magnitud de las repercusiones de su descubrimiento se lo
hubiera pensado dos veces. De todas formas el conocimiento es una
herramienta y está en las manos de quien la use.
Difícil
tarea la de los educadores que deben discernir el modo y la forma de
transmitir conocimiento, más allá del camino que les plantea el
programa educativo de turno. Que genera en Uruguay la crisis que vive
la literatura en la Enseñanza Secundaria? , ineficaz para formar
lectores y agotando recursos en el análisis de texto; tarea difícil
si las hay la de mantener al alumno interesado en obtener buenos
resultados y concluir en que realmente se haga realidad el
pensamiento vareliano de que “la ilustración del pueblo es la
verdadera locomotora del progreso”.
Que
osado fue Varela al decirle a la sociedad que todo esperaba de la
revolución, que esta nos llevaría a la contra-revolución la cual
no concluiría en otra cosa que en la anarquía, el desorden
administrativo, el descredito ante el resto del mundo, etc. Trato de
forjar en sus mentes el ideal de una nación educada, en vías de
crecimiento con un buen gobierno, acorde a la situación y mostrar
por otro lado un pueblo ignorante y pobre con la conducción de un
déspota.
Cuanto
tiempo tuvo que pasar para que se produjera el pasaje que anhelaba
Sarmiento de la barbarie a la civilización.
Que
realidad más actual que la que contempla el reconocimiento de los
valores inculcados por intermedio de la enseñanza, los que por sí
solos no harían mella, acaso los docentes de hoy no piden a los
padres que refuercen los conocimientos que ellos imparten ya que no
basta con unas horas al día para generar en el niño una amplitud de
conocimiento que solo el apoyo de un adulto conocedor de los medios
de mejor entendimiento de ese niño y la constancia propia del padre
que desea lo mejor para su hijo. De todas formas algo que prima en
algunos padres parece caer en balde roto en otros, en ocasiones no
por elección sino por necesidad, o espejismo de necesidad creado por
una sociedad cada vez mas consumista, que no encuentra tiempo de
calidad para dedicar a sus hijos y que muere en el intento de: ¿Cómo
te fue hoy? , ¿Qué hicieron en la escuela? Conformándose con una
breve reseña e ignorando el vacío que va generando esta conducta.
El tiempo no vuelve y el momento de sentarse, prestar atención y
transmitir la imagen de guía que debería representar ese padre es
ahora. Pero las actividades diarias nos van aletargando y lo que por
momentos toma conciencia al pasar los años se vuelve una letanía y
al final nos conformamos con pensar que hicimos lo correcto por
anteponer el confort de cosas que, mayormente pasarán como algo
insignificante en la historia de nuestras vidas, como la mayoría de
los objetos, esos por los cuales nos sacrificamos tanto, dedicamos
horas de trabajo en pro de conseguirlos y así, mientras miramos
nuestro televisor de última generación y nuestros hijos juegan en
la computadora, nos vamos distanciando y abriendo una brecha
insalvable.
Como
saber qué postura tomar sobre que carga horaria educativa
corresponde, a cuantos padres escuchamos sintiéndose culpables por
dejar a sus hijos de nueve a diez horas en colegios que ofrecen
múltiples ofertas educacionales que los prepararán para un futuro
incierto y cambiante, situación que algunos niños viven como
rehenes, sintiendo la presión continua de un creciente stress, que a
veces desencadena en tratamientos con profesionales, disconformidad,
mal comportamiento, etc.
Pero
mayormente esto sucede en áreas privadas en las que el nivel
adquisitivo de los padres es otro.
En
el ámbito público sentimos el cimbronazo de los requerimientos
inmediatos, en algunos locales faltan desde materiales hasta muebles.
La
otra cara de la moneda es la carencia de preparación en el área
pública y con qué aprendizaje llegan a los niveles terciarios los
futuros profesores y maestros de este país, la mayoría no posee la
subjetividad necesaria que se requiere, su mundo cultural limitado,
no llega a estructurar oralmente un discurso inteligente ya que
antepone muletillas, ejemplo: o sea, este…digo…, ni hablar de las
faltas ortográficas. Difícilmente esta generación pueda cumplir
con los requerimientos del mañana.
La
Ley de Educación creó un Instituto que se encarga de evaluar la
calidad educativa de nuestro país en los niveles primario y medio y
de rendir cuentas, las autoridades de la enseñanza miran con malos
ojos esta evaluación, que permitiría una transparencia que nos
tranquilizaría a todos, porque aún siendo malos los resultados,
sabríamos como plantarnos y enfocar el largo camino de la reforma
educativa y aspirar a un país alerta ante los cambios económicos y
sociales que se suceden continuamente.
En
las últimas pruebas Pisa Uruguay se ubica en el lugar cuarenta y
tres de cincuenta y seis en lectura, matemáticas y ciencias; este
resultado habla por sí solo de una verdad que ya es inocultable.
Los
requerimientos de empleadores se renuevan constantemente, como
nuestros jóvenes le harán frente a esos requerimientos de mercados
exigentes cuando se encuentren con ese muro de mediocridad y
exclusión al cual ya están adaptados,
está y otras preguntas nos las hacemos a diario, es un tema que da
para mucho y por lo extenso del mismo lo seguiremos tratando en una
próxima entrega.
Inés
Vera.